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miércoles, 30 de octubre de 2013

4- NIVELES Y PROCESOS DEL ALMA



Hemos dicho que la palabra alma significa psique; se podría decir que es la sumatoria de elementos que conforman la psiquis. Esos ‘ingredientes’ o elementos son:

-      -   Prana (chi o ki), el aspecto de la energía vital en cualquier organismo vivo.
-       -  Es aspecto emocional o astral.
-       -  El aspecto mental.

Estos 3 ingredientes conforman la psiquis en un ser vivo, pero no existen en igual proporción y cualidad en todos los seres vivientes. En el mineral, por ejemplo, existe el elemento prana en mayor proporción, mientras que el aspecto astral es apenas incipiente en su desarrollo, y el mental aún nulo.
En las plantas en general prana está presente, y el aspecto astral adquiere mayor vitalidad. En los animales en general el astral adquiere mayor desarrollo que en el vegetal y en los animales mas evolucionados se agrega además el ingrediente mental pero en forma muy incipiente.
En el hombre mientras el prana y el aspecto astral toman cualidades especiales para su desarrollo, nace la posibilidad del desarrollo de la mente como no ocurrió en ninguno de los demás reinos menores de vida. Pero bien decimos que el hombre tiene tan solo ‘la posibilidad’ para tal desarrollo, el del intelecto, oportunidad que no todos los hombres están aprovechando, ya que gran parte de los humanos aun viven en la mecanicidad de las emociones, y con muy poco o nada ejercicio de la reflexión profunda sobre sus propios actos…
Por lo dicho se puede entender a los filósofos que dicen que “el hombre mediocre está más cerca del animal que de lo Divino”. Lo cual finalmente diferenciará al hombre del reino animal es el empleo de la razón de su conciencia, con discernimiento, inteligencia y sensibilidad.

Recordamos que cuando hablamos de alma, hemos hecho una triple distinción en escritos anteriores al hablar de: alma animal, alma humana y alma divina. El alma animal aún es inconsciente del “sí mismo”; es decir que un animal no posee conciencia de sí mismo como un “yo” diferente de otros yoes…, no tiene aún autoconsciencia, aunque los más evolucionados puedan tener algunos aparentes atisbos… El reino animal todavía existe en ‘el mar de la unidad inconsciente’; es decir que los reinos menores viven en la Unidad sin ser auto-conscientes de ello.
Los animales en general (a excepción de los domésticos, que empiezan ya a regirse con otros códigos en función de su contacto con el hombre) se manejan a través de instintos y posee una vitalidad pránica y una astralidad en función de esos instintos (instinto de protección, de reproducción, de supervivencia, etc.). El ser humano tiene muchas cosas en común con el reino animal, pero posee algo que el animal no tiene: “mente causal”, es decir, mente pensante capaz de razonar y hacer abstracciones. Esto solo puede realizarse con la activación de la materia mental superior o abstracta, que es la región donde existe el CUERPO CAUSAL.

Recordamos que “Cuerpo Causal” es el nombre técnico-esotérico que damos al “alma humana”. He aquí la diferencia entre lo que se llama “alma animal” y “alma humana”. La diferencia está en primer lugar en que el alma animal es alma grupo y el alma humana es individual. En segundo lugar, en que en el hombre hay materia mental superior lista para activarse y desarrollarse, cosa que en el alma animal no existe. Aunque el hombre mediocre pueda “dormirse” en las sensaciones hipnóticas de los sentidos y pueda no activar su mente superior por falta de ejercicio de la razón y la reflexión, tiene igualmente esa posibilidad latente…, mientras que los demás reinos menores (minerales, vegetales y animales) no la tienen.
Esta es la razón por la cual en el primer escrito titulado “QUE ES EL ALMA”, la primera definición ofrecida sobre la palabra alma, extraída del Glosario Teosófico, fue la que afirmaba que “alma humana es el intelecto en el ser humano”. Intelecto significa “leer dentro”, o bien, ver las esencias, más allá de las apariencias de las formas. El ejercicio del intelecto tiene diferentes escalas o gradaciones, y todas deben ser recorridas y conquistadas por el ser humano. (Veremos esto al ir desarrollando el tema).

Así, mediante la conquista del intelecto, el hombre puede acceder a una región superior de su constitución interna: manas superior. Es por este motivo que ‘intelecto’ es el antakarana, o “puente”, entre la región de la mente inferior o concreta (donde sucede el pensar mecánico asociado a las formas y los sentidos materiales) y la mente superior, donde suceden los más complejos y sutiles mecanismos del pensamiento iluminado. El intelecto no solo crea el Puente entre las regiones inferior y superior del mental, sino que ayuda en el desarrollo del Cuerpo Causal. Veamos este punto:

Se dijo que el intelecto posee niveles de profundización en su ejercitación.
 En el primer nivel (de ‘abajo’ hacia ‘arriba’), asociado a las múltiples formas materiales y a los órganos de los sentidos que perciben dichas formas, el intelecto, es la mente concreta, es decir, la mente asociada al cerebro físico, lo cual por cierto, lo limita. Pero aún así, el desarrollo de este intelecto primario abre la primera rueda (periférica) de ‘pétalos’ del Loto Álmico: los 3 pétalos de “conocimiento”, expresándose primero como conocimiento de la materia, del mundo de las formas y sus interrelaciones. Durante esta primera etapa de apertura de la primera rueda de pétalos álmicos, el hombre pasa por diferentes experiencias de ‘error-dolor’, ya que comienza a “conocer” a través de la fricción de la materia; aún no posee sabiduría para errar menos, o no errar. Por eso se suele llamar a la rueda externa de pétalos de la Flor Álmica: “EL AULA DE LA IGNORANCIA”, (la cual lleva al alma humana a las puertas de la 1° Iniciación menor). El intelecto aquí es incipiente y está  recién empezando a utilizarse.
Este proceso recién explicado corresponde tan solo a una parte de la construcción del antakarana, ya que tal ‘puente’ termina de construirse recién en la 3° Iniciación menor (la primera desde la visión de la Jerarquía).

Subiendo a un segundo nivel, el intelecto incluye al mundo de las emociones con todas las experiencias afectivas (de ‘amor’ y ‘odio’…), entrando así por vez primera al mundo subjetivo, y así colabora en el comienzo de la apertura de la 2° rueda de pétalos internos del Loto Álmico: los 3 pétalos de “amor”. (Esto sucede al promediar la 2° iniciación menor). Quien comienza a vivir la apertura de esta 2° rueda de pétalos, los de amor, descubre por primera vez la devoción, la compasión, la generosidad altruista y la religiosidad verdadera. Pero este es recién el comienzo de la apertura de los pétalos de amor, los cuales terminarán de abrirse con la influencia de Buddhi sobre los mismos. Buddhi es un principio superior a manas (mente); es Amor-Sabiduría. El desarrollo consciente de este aspecto o principio se llama ‘Conciencia Crística’ (o Conciencia Solar o Búdica), la cual comienza a nacer con la apertura de esta segunda rueda de pétalos del Cuerpo Causal.
Recién cuando los pétalos de amor del Alma se van abriendo dando así nacimiento a la Conciencia Crística, se puede decir que lo que llamamos alma humana comienza a transformarse, alquímicamente, en alma divina. Por que el alma divina es Buddhi en actividad, es decir, amor en acción.
Al ir despertándose la comprensión del amor y la sensibilidad a la unidad con la apertura de estos nuevos pétalos del Alma, el hombre comienza a comprender más y a errar menos, razón por la cual se ha llamado a esta región y etapa de experiencias: “AULA DEL APRENDIZAJE”.

Los pétalos siguientes, y más internos que los anteriores, son los 3 pétalos de sacrificio. Tal sacrificio es el “sacro oficio” o ‘acción sagrada’, de relegar el ‘yo-deseo’ (yo inferior) a los designios del Alma (Yo superior o Ego); y esto requiere de una claridad intelectual especial respecto del autoconocimiento del SER. El discernimiento debe haber calado hasta tal profundidad en la que pueda discriminar entre lo falso y lo verdadero en cuanto al ser. El hombre aquí puede ver claramente que él no es su cuerpo físico, que tampoco es sus emociones siempre cambiantes, y descubre finalmente que él no es los pensamientos ni las ideas con las cuales se identifica… El ver esto lo conduce a través de un cambio de actitud en su vida diaria.

 Esta comprensión produce desidentificación y desapego, y conduce a la apertura de los 3 pétalos de sacrificio. A esta apertura solo puede llevar un intelecto iluminado, por lo cual esta es la etapa del “AULA DE LA SABIDURÍA”. Esta comprensión y transformación lleva a la 3° Iniciación menor, la ‘primera’ desde el punto de vista de la Jerarquía, ya que es la iniciación en la que el Alma comienza a comandar a la materia con una influencia determinante.

Los pétalos siguientes y más internos son los 3 pétalos de voluntad, que completan los 12 pétalos del Loto Egoico o Cuerpo Causal. Estos 3 pétalos aún están cerrados en la humanidad, (esto ya fue explicado), y tienen que ver con la energía del Logos expresándose a través del alma del hombre. Solo los Adeptos de este Sistema Solar, Iniciados de 5° Iniciación (la 3° desde el punto de vista de la Jerarquía) saben a ciencia cierta lo que esto significa realmente, por lo cual todo lo que sea dicho aquí serían solo conjeturas. El hombre tiene todavía mucho trabajo por delante para que se abran los primeros 9 pétalos del Loto del Alma en su interior, y solo un número muy pero muy menor están preparados o preparándose para ir más allá…

Podríamos decir entonces, en síntesis, que existen 2 alegorías para explicar el ALMA y su desarrollo. Estas son:

1-    El antakarana: “un puente que se construye”.
2-    El Cuerpo Causal: “una flor que se abre”.

Ambos símbolos son 2 maneras de explicar la existencia del alma y su desarrollo.
El desarrollo del intelecto, que como hemos visto sucede en escalas de complejidad, es simbólicamente, como la construcción de un “puente interno” de conciencia. Tal “puente comienza en los pétalos más externos del Loto del Alma y finaliza en los pétalos más internos. Por lo tanto hablar de la construcción del antakarana es hablar de la apertura del Loto Egoico. Ambas formas de verlo son correctas.
Cuando el hombre ha desarrollado ya su intelecto en todas sus facetas y se funde con la conciencia más íntima del alma, queda establecido un puente o canal de energía mental entre la región del alma y la de la personalidad (el cerebro físico). Entonces el hombre comienza a recibir efluvios de energías desde su Cuerpo Causal hacia la región de su personalidad en forma de pensamientos, sentimientos e intenciones creativas y originales; y esto ocurre gracias a que el “Puente” o antakarana ha sido construido con esfuerzo y dedicación, desde ‘abajo’ hacia ‘arriba’; lo cual permite ahora el descenso, por ese mismo canal, de las energías del alma hacia la región inferior de la personalidad humana. El cumplimiento de este proceso está relacionado con la 3° iniciación (la Primera gran Iniciación, desde el punto de vista de la Jerarquía).

Dicho con más detalle: Cuando el puente interno está construido, es decir que, la mente intelectual ya está desarrollada y posee en todas sus funciones las facultades adquiridas del pensar; el Cuerpo Causal, el cual ya tiene un buen nivel de desarrollo de sus ‘pétalos’, se encuentra posibilitado de influir más directamente con el desarrollo interno de sus cualidades adquiridas, sobre la actual personalidad humana con la cual está en conexión. (Recordamos que el Cuerpo Causal se ha ido desarrollando a través de numerosas y sucesivas reencarnaciones, con lo cual, guarda en su ‘burbuja’ diversas experiencias, comprensiones y conocimientos esenciales que podrá transmitir a la personalidad humana cuando ya haya sido construido el ‘puente’ que le permita tal posibilidad).

Fueron estas nuevas señales acerca del ALMA.


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